16/3/09

LUIS BERMEJO, LOS 60 AÑOS DE UNA MODÉLICA TRAYECTORIA

Trazar la múltiple, fecunda, y muy extensa trayectoria de un clásico vivo de la historieta española, es algo difícil, y muy arriesgado. Hacerlo con Luis Bermejo, cuya mayor parte de su producción yace en tebeos rancios, y añejos, o en la inédita parte del mercado foráneo, mayormente inglés, es todavía más empeño abierto, sometido a errores puntuales y a lagunas inevitables. Por ello sirva este extenso trabajo, que dividiremos en varias partes, para abrir paso a la memoria sobre uno de los cien autores imprescindibles a la hora que querer trazar una historia solvente de la historieta española. Y más cuando lleva retirado casi veinte años, de la profesión, u oficio para él, y sus compañeros de armas (los Manuel Gago, Ambrós, Miguel Quesada, José Ortiz, Leopoldo Ortiz, Boluda, Vicente Ramos…) como siempre la han considerado. Un ´noble y sencillo arte`, de entretener en dibujos narrativos… Y Bermejo merece, por valor propio, el estar en el panteón de los maestros españoles de la historieta, junto a los mejores. He aquí algunas de sus hazañas.

Orígenes y comienzos

Nacido en Madrid (1931), desde muy joven Luis Bermejo Rojo se interesó activamente por el mundo del dibujo, y la pintura. Sus comienzos con Manuel Gago, allá por 1947 en Albacete, donde residían ambos entonces, a través del poderoso torrente de El Guerrero del Antifaz, le llevó a Valenciana un año más tarde para crear una serie mimética, pero de valor indiscutible, ´El Rey del Mar`, con guiones de Pedro Quesada y Pablo Gago, le dieron pasaporte para el año 1949 conquistar a los más impávidos con sus series de estética caricaturizante, y juvenil. Al tiempo iba desgranando su estilo en relatos cortos autoconclusivos publicados en el semanario Jaimito, de corte aventurero, e inequívoco sello del maestro Gago.
En su vuelta a Madrid está su formación academémica, en la Escuela, luego facultad de Bellas Artes de San Fernando, al lado del maestro Carlos Sáenz de Tejada, Profesor de Ilustración y uno de los puntales del dibujo creativo en la España del sigo XX. Compañeros y condiscípulos, casi en aquellos años habrían de ser: José Laffond –y luego su hermano Carlos-, Julio Montañés, Caledonio Perellón, José F. Bielsa, Luis Vigil, Zata, Huete, Casarrubio, García Pizarro, etc. Y tantos otros que formaron la llamada, y poco estudiada ´Escuela de Madrid`. Por ello realiza la serie ´Diablillos`, muy posiblemente con guiones de Marisa Villardefrancos, en el semanario Chicos de 1949 y una nueva aportación, ´Polín, Poli y Pol-Pol` para el semanario valenciano Jaimito un par de años después. U otra serie de tono humorístico, para Mariló, la revista femenina de la casa, con el protagonismo compartido en la página por dos chicas: Pitusa y Maribel.
Son unos trabajos donde el nervio narrativo y rítmico, heredado de Gago, no deja, al tener que diagramar las páginas con cuatro, y hasta cinco tiras, para el desenvolvimiento artístico. No obstante el talento y la personalidad del autor ya afloran vivamente en 1949, con los diversos relatos autoconclusivos que va publicando en Jaimito y la renovadora revista SOS, primera época, una prometedora apuesta de Valenciana, que pretendía rivalizar con el Super Pulgarcito brugueriano.

Retorno a Madrid

Precisamente 1951 marca su retorno a su Madrid natal, con su aproximación revivida a la Escuela de Artes y Oficios, donde tomó consejos, y notable influjo del poderoso artista Carlos Saénz de Tejada, que le haría remodelar su estilo gráfico hacia parámetros más realistas, y canónicos, con un desenvuelto dominio de la anatomía humana, especialmente la masculina, y un inusitado tratamiento del movimiento heredado de su maestro inicial, Manuel Gago. Todo ello le lleva al emergente editor Manuel Rollán para el que hace los primeros 131 cuadernillos de una obra maestra a rescatar, Aventuras del FBI, con guiones de Miguel González Casquel, Alfonso Manzanares (Alf Manz), Enrique Jarnés Bergua (Eirik Jarber) y algún otro; al par que había lanzado un año antes la serie de novelas de quiosco con el mismo tema, y donde Bermejo dejó ya algunos pinitos ilustrantes. Allí el gran José Laffond ejerció de primitivo Director Artístico, a la par de encargarse de poner en marcha la colección Jeque Blanco, antes de emigrar en 1955 a Francia. Sus orientaciones, en orden a acentuar el tono realista, y ceñirse a la musculatura y la iluminación de los personajes, son definitivas para bermejo que ahora forjará los mimbres de su propio estilo, algo que estallaría unos años más tarde, de manera rotunda y personal; y que a la postre le abriría la puerta al mercado exterior, a través de diversos trabajos de agencia.
Su labor en los ciento y pico primeros cuadernillos de Aventuras del FBI, y en los primeros Almanaques de la misma, es algo memorable, y dado su tino a la hora de contar escenas de suspense, mezcladas con acción e intriga, hacen del paso de Bermejo por la misma una obra maestra absoluta de la historieta española, aún por revalorizar. Son unas historietas reeditadas continuamente, y en diversos formatos: cuadernillos de tamaño pequeño y recicladas como novela gráfica por el editor, en los años 60 y los primeros 70. Y hasta ser exportadas a Italia, Portugal y Francia.

Pilar de Editorial Maga

Pero la tierra valenciana le tiraba y mucho, por cuestiones de proximidad a sus amigos: Manuel Gago, Miguel y Pedro Quesada, o los jóvenes cartageneros José y Leopoldo Ortiz.
Allí dejará una primera gran obra, tras desengancharse en 1955 de Aventuras del FBI, y acabar su paso madrileño con algunas colaboraciones para la agencia Histograf –luego llamada en los 60 y hasta su cierre en 1980 como Ibergraf-, donde creó la tira de Sigur, con guiones de su director y el que la comandaba, Miguel González Casquel. La firma prolífica y fabuladora de este guionista le lleva a realizar en varios números del semanario Chicos de Ediciones Cid, la serie ´Federico Trotamundos`.
Su primera aportación a Maga, la editorial en la que se asentaron la Familia Gago, sin ser directamente de su propiedad, fue otro guión del eficaz y trepidante Pedro Quesada, la aventura juvenil, ´Roque Brío`, un dechado de calidad, que no tuvo la aceptación rápida que se esperaba y sólo llegó a los 8 cuadernillos.
Pero la bomba que preparaba la editorial, la fulgurantemente popular ´Pantera Negra`, que lanzó a primeros de 1956, con guiones del genio P. Quesada, y dibujos del ya magistral José Ortiz, que tras una decena de cuadernillos dejó los lápices y la tinta a Miguel Quesada y allí Luis Bermejo hizo entintaciones, y algunas páginas de diversos episodios.
Pero no será hasta 1958 cuando Bermejo no gozará de la popularidad y el éxito que había tenido un lustro atrás con las Aventuras del FBI, será el western Apache, otro éxito sin cuento del vivaz escritor Pedro Quesada, y los 55 cuadernillos más bellos y renovadores de la historia del género, pues el último de ésta que fue la primera parte, el 56, fue realizado por José Ortiz, ante las llamadas del mercado internacional, vía la Agencia Bardon Art de Jordi Macabich.
En medio de aquellos años finales de los 50, Bermejo metió mano en el semanario madrileño del Frente de Juventudes, Balalín con la interesante propuesta gráfica de ´Artífices del Imperio`, contribuyó a la efímera colección femenina de Rollán, Maripositas, y dejó como su canto de cisne para el cuadernillo de aventuras el número 37, de los 54 de que constó la primera parte de la famosa Bengala, otro éxito Maga de los 50, gracias al superdotado Pedro Quesada y a los dibujos eficaces y contenidos de Leopoldo Ortiz.

Paso por Bruguera

En la segunda parte de los 50, Bermejo entra a colaborar en Bruguera, desde 1957, para realizar cinco números de la ya célebre colección Historias: ´La conquista de los polos`, ´Un yanqui en la corte del Rey Arturo`(ambos de 1957), ´Una vida aventurera` (1958), ´Las aventuras del Club Picwick` y ´Las aventuras de Pinocho` (ambas de 1959).
Su relación con la popular editorial catalana no se interrumpirá, y es de hacer constar que realizó algunas historietas cortas en los años 60, y primeros 70, para su agencia Creaciones Editoriales, y con destino al mercado internacional.
En los años 70 se pueden rastrear algunas historietas cortas en varias revistas de la casa, y la realización del número 155 de Joyas Literarias Juveniles, ´El lobo de mar`, de Jack London con adaptación de Vidal Sales (alias Cassarell).
Y además en el 86 volverá a la editorial, ya moribunda, para reanimar gráficamente a un nuevo Capitán Trueno, lo que es objeto de otro apartado en este trabajo.

La consagración, nombre clave en el mercado europeo

Sus primeros trabajos para el mercado internacional, especialmente el británico, fueron aquellas novelas gráficas de unas 64 páginas de género bélico, romántico y policiaco.
Pero en el 63 estalla su genio creativo con la serie de corte historiográfico Heros of Spartan, a todo color, en el célebre semanario juvenil londinense, Eagle. Un auténtico bombazo, que hará replantearse su trayectoria hasta al maestro británico Frank Bellamy.
Al tiempo realiza diversas colaboraciones con la agencia italiana de Rinaldo D´Ami, todas de corte aventurero, que le abren más las puertas al mercado internacional, y le dan un amplio pluriempleo, imprescindible para alimentar a su numerosa familia, ya en los años 60.
Para nuestro país no deja de hacer algunos trabajos aislados, pero de inolvidable y soberbia calidad. Al entrar Miguel Quesada como director artístico de Maga, le solicita algunas portada en color para la revista Pantera Negra, y allí realizará un coleccionable, en formato cuadernillo encartado en la misma revista: ´Las aventuras de Marco Polo`, (1964)con guiones de Pedro Quesada, y ayundantía del vasco Matías Alonso. Hasta 1965 llega también a realizar en color una docena de portadas de la revista, de extraordinario y contenido preciosismo.
Simultáneamente su trabajo sirve de trampolín a la expansión editorial de la casa así otro de sus más recordados trabajos en Maga es el álbum de cromos ´Vida y costumbres de los Vikingos`, también al alimón con Matías Alonso, que supuso el lanzamiento de dicha editorial a un terreno, en 1964, que le daría vida en los siguientes veinte años, cesado su negocio editorial en el terreno de los tebeos. Al que seguirá unos meses más tarde ´África y sus habitantes`, ya distribuida en territorio nacional en 1965.

La conquista de América

Un buen día de 1974 Josep Toutain, a través de su agencia Selecciones Ilustradas, está en búsqueda de nuevas firmas para exportar a los tebeos norteamericanos para adultos, mayormente de terror y fantasía. Unos meses más tarde reclama a Luis Bermejo, sólido profesional para que se haga cargo, junto a otros de primera línea, como Brocal, Luis García, José Ortiz, Esteban Maroto, José María Beá, Leopoldo Sánchez, para que nutra la demanda de historietas de terror y fantasía en blanco y negro del editor neoyorquino James Warren, a través de colaboraciones de 7 a 10 páginas en sus publicaciones: Creepy –aquí titulada Vampus-, Eerie –aquí titulada Rufus- o Vampirella.
Desde finales de 1975 estas historietas retornan a España, dando una visión múltiple, fecunda e insólita de nuestros autores. En especial los trabajos de Bermejo captan la atención de sus antiguos seguidores, los procedentes de décadas anteriores, que a través de estas páginas, en relatos guionizados por Doug Moench, Rich Margopoulos, Nick Cuti… ofrecen un recital continuo de talento, contención, y enorme eficacia narrativa y estilística, al adaptarse a cada tipo de historia, con renovadas propuestas, y a lo largo de medio centenar de historias, trazadas hasta 1978, fecha en la que dichos títulos pasan a la aperiocidad, y poco después desaparecen.
Entre las propuestas de Bermejo que gozaron de mayor predicamento, fueron algunas adaptaciones de relatos de E.A. Poe, como …. O la serie de fantasía Rook, uno de sus últimos trabajos para aquel famoso, y hoy casi desconocido, editor.

Rey de las historietas fantásticas

Pero fue en 1979 con propuesta internacional, y al par que se llevaba a cabo la versión de Ralph Bakshi de ´El Señor de los Anillos`, en su primer tomo, largometraje fallido, que yuguló, al quebrar también la productora United Artist, a la existencia de una adaptación de la tercera parte. Y a instancias de Toutain, y su Agencia Selecciones Ilustradas, con guión de Nick Cuti, Bermejo llevó a cabo –en 1980- tal adaptación a las viñetas, cosa que realizó en tres álbumes en color directo, con unas 45 páginas cada uno. Logrando una versión digna, y muy recordada; lamentablemente desaparecida del mercado, e imposible de reeditar por cuestión de derechos.
En aquellos primeros años 80, y para el último gran proyecto de Jim Warren, el mensual de historietas y relatos de Fantasía y Ciencia Ficción, 1984, iniciado en su número cero como Yesterday & Tomorrow, con las impactantes portadas y relatos a color de Richard Corben, Luis Bermejo, realizará una docena de historietas en blanco y negro con diversos argumentos, e igual excelente nivel de calidad. Ni que decir tiene que Toutain sacó casi al tiempo – a finales de 1977- dicho proyecto en España, que le duró con el título de Zona 84 hasta el cierre de la editorial, a finales de 1988.
En los años 70 y 80, giro agencial

A finales de los años 70 y movido por su necesidad imperiosa de trabajar y seguir dibujando acepta diversos proyectos de agencias: para Selecciones Ilustradas continúa en 1976 la serie western y artes marciales llamada Jeff Blake, el hombre de la Pinkerton, iniciada en sus tres primeros episodios por el brillante Leopoldo Sánchez, con idea de Josep Toutain –el propio agente, que se encargaba de la distribución sugería las líneas de trabajo ´más convenientes`a sus autores-, la escribía Carlos Echevarría y algunos pocos episodios los realizarían Enrique S. Abulí y F. Enríquez. Bermejo dibujaría una treintena de episodios, siendo proseguida por Julio Vivas, Suso Peña, Josep Gual y otros.
En 1981 para la entonces ya naciente y pujante agencia Norma crea otro western, Mestizo, también con guiones de Carlos Echevarría, al que seguirá un año más tarde la continuación de otro, Jon-Khé, del mismo autor, pero iniciado gráficamente por su fraternal amigo, y compañero de generación y Escuela Valenciana, José Ortiz. Esta vez era un indio renegado, y de carácter vindicativo, muy en el remake de su legendario Apache.

Trabajos de autor, y últimos contactos con las viñetas

En 1983 colabora en el efímero proyecto autogestionario de editorial creada en Barcelona por un grupo de autores: Leopoldo Sánchez, Manfred Sommer, José Ortiz, junto al guionista Antonio Segura, constituyen Metropol, papeles falaces y criminales, a la que se unen pronto dos más efímeras: KO Comics, y Mocambo, en registro aventurero. Allí, por su cercanía afectiva, y con guiones de Mariano Hispano –otro componente del colectivo editor- deja diversas series breves: Paco Rusque y Primera Plana.
En Cimoc, de Norma editorial nos deja la interesante Orka (1982) y Diario de Arena (1984), que iniciará, para que Leopoldo Sánchez la prosiga. En el mensual de fantasía 1984 de Toutain Editor, con propuesta del norteamericano Rich Margopoulos, deja la muy interesante El viaje del Beagle Espacial, en 1983, un año más tarde, en su heredera Zona 84 nos dejará su retirada comercial, Alternativa, con guión de Víctor Mora.
En 1985 para la fastuosa publicación Rumbo Sur del Monte de Piedad de Sevilla, y junto a José Ortiz, con guiones de Andreu Martín, dejará unas bellas páginas a color, Siesta. Un par de años antes había dibujado para la misma institución el segundo todo de su Historia de Andalucía en viñetas, sobre ´El siglo de las luces`.
En 1983 en el canto de cisne de Bruguera dibuja la adaptación de Yo Robot, de Isaac Asimos, con adaptación de Juanjo Sarto, para una interesante y fallida colección, Firmado Por…
En los últimos tiempos de la legendaria casa catalana, cuando relanza a Trueno, a través de la revista que coordinan Víctor Mora y Javier Coma, El Capitán Trueno; tras los diseños y primeras historietas de Jesús Blasco –y sus hermanos- se encarga de las portadas y de una de las tres historietas aparecidas en la publicación. El Capitán Trueno.
Al tiempo se empezó a serializar en dicha revista otro de sus trabajos: El Sueño eterno, versión libre de Andreu Martin de la novela de R. Chandler y poco después nos dejó su enorme recital en el fugaz relanzamiento de 1987 –con 10 números solamente- de El Capitán Trueno, a cargo de Planeta-DeAgostini, a través de su sello Forum; dentro de una recuperación de la denominación ´Aventuras Bizarras`.

Renovación estilística de Trueno

Y es que aquí en esta esforzada, e injustamente breve, publicación, en la que se reincorporó fugazmente el creador gráfico de la serie, Ambrós, Luis Bermejo, en dos largas historietas de 88 páginas, dio todo lo mejor de sí mismo. Belleza de trazo, fluidez narrativa, y recreación de la serie.
Una renovación general, y generacional, que tras estos 10 números aislados, aunque Bermejo sólo hiciese los nueve primeros, quedó truncada e injustamente silenciada. Es un material a redescubrir, y a releer, con otros ojos, diferentes a los propios de un fundamentalista de la época clásica de la colección, ésos que le han hecho –sin saberlo muy bien-, tanto daño.
Lástima que la toma de los derechos de la serie, y del resto de marcas bruegueriles, por Ediciones B, diese al traste por algo tan prometedor y recomendable. Y extrañamente perdido en esos archivos de Dios…
Algo que hace de este material algo hoy inencontrable; junto al producido por otros autores, historietistas de la talla de Jesús Redondo, autor gráfico del último episodio breve publicado, y otros como Jaime Brocal o Jaume Marzal, que dejaron sus páginas, y relatos breves, en algún cajón editorial, o de algún técnico editorial, que se da por callado en el asunto… ¡!
El canto de cisne

Lo puso en 1992 con motivo de la obra en álbumes creada por la Sociedad Estatal Quinto Centenario, con Planeta-DeAgostini, en su número 5, apareció Magallanes y Elcano-El océano sin fin, con guión del brillante Enrique Sánchez Abulí. Todo un canto de cisne de un autor que desde esa fecha, hasta la actualidad, se ha refugiado en la pintura, con brillantez y enorme cotización. Un virtuoso, que perdió la historieta, y ganó el Arte.

Diego C

2 comentarios:

Manuel Barrero dijo...

Excepcional, Diego

Unknown dijo...

Dispongo de bastanta material del Sr. Bermejo. Por supuesto de los tres volumenes del Señor de los Anillos. En perfecto estado de conservación. Si alguien está interesado en ello puede contactar conmigo. saludos